Expandirse a nuevos mercados puede ser una de las decisiones más emocionantes (y rentables) para una empresa. Pero también una de las más desafiantes.

De hecho, según Harvard Business Review, el 70% de las estrategias de internacionalización fracasan durante el primer año

Y la razón no es la falta de ambición, sino errores evitables que podrías anticipar desde el primer día.

¿La buena noticia? Hoy te contamos cuáles son los errores más comunes al internacionalizar una marca y, lo mejor de todo, cómo evitarlos para que tu expansión sea un éxito. ¡Vamos a ello!

10 errores comunes al internacionalizar una marca y cómo evitarlos

Como ya te comentamos en los artículos “7 pasos para internacionalizar digitalmente tu empresa” y “5 marcas de cosmética que se han internacionalizado con éxito y ejemplos de sus acciones internacionales”, expandirse no es simplemente «abrir una web en otro idioma». Es construir una presencia relevante y sostenible en otro mercado. 

Y para eso, necesitas evitar estos 10 errores ¡Toma nota!

1. No investigar bien el mercado destino

Uno de los errores más graves es asumir que si tu producto funciona en España, funcionará igual en Alemania, México o Japón.

Cada mercado tiene sus particularidades. Desde las necesidades del consumidor hasta el estilo de comunicación o los canales de venta favoritos. 

Según Statista, el 78% de las empresas que investigan el mercado antes de expandirse logran adaptarse más rápido.

Analiza la competencia, el comportamiento del consumidor, las tendencias locales y la demanda real de tu producto o servicio. Cuanto mejor entiendas el terreno de juego, más probabilidades tendrás de ganar.

¡Nunca subestimes el poder de un buen estudio de mercado local!

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2. Ignorar las diferencias culturales

Puede parecer obvio, pero muchas marcas lo olvidan. Los valores, hábitos de compra, humores y hasta los colores o símbolos varían según la cultura.

Por ejemplo, Pepsi lanzó un eslogan en China que se tradujo como «Pepsi devuelve a los muertos a la vida». No fue su mejor día…

La comunicación eficaz implica respetar las tradiciones locales, evitar malentendidos y conectar emocionalmente con el público objetivo. No se trata solo de traducir, sino de «hablar su idioma» en el sentido más profundo.

Y no olvides que, adaptar tu mensaje es clave para no desconectar (o peor, ofender) a tus nuevos clientes.

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3. No adaptar el producto o servicio

No todo es marketing: a veces, tu producto necesita pequeños ajustes para encajar.

¿Sabías que McDonald’s en India cambió completamente su menú porque la mayoría de la población no come ternera? El «McAloo Tikki» (hamburguesa de patata) fue un éxito total.

Piensa en formatos, ingredientes, packaging, funcionalidades o incluso procesos de venta. Escuchar al consumidor local y adaptar tu oferta puede ser el factor que marque la diferencia entre un lanzamiento exitoso o uno olvidable.

La adaptación muestra respeto por el mercado local. Y eso se traduce en ventas.

4. No tener partners o aliados locales

Ir solo es más caro, más difícil y más arriesgado.

Contar con distribuidores, socios, agencias o expertos locales acelera tu entrada, te evita errores tontos y te conecta más rápido con el mercado.

Un buen partner entiende el terreno, las costumbres y los canales de distribución más eficaces. Y puede abrirte puertas que serían imposibles de cruzar sin su ayuda.

En Idearium®, llevamos años ayudando a marcas a desarrollar planes de eTrade efectivos, apoyándonos en redes de partners fiables para cada destino. Y te aseguramos que ésto, marca la diferencia.

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5. Subestimar las normativas y requisitos legales

Cada país tiene sus propias reglas sobre importaciones, etiquetado, protección de datos o publicidad.

Según McKinsey, el 42% de los fracasos en expansiones se deben a problemas legales no previstos.

Aspectos como la homologación de productos, restricciones sanitarias, normas fiscales o regulaciones sobre datos personales pueden complicar seriamente tu operativa si no los tienes bajo control.

Por eso, consultar con expertos legales locales no es un gasto, ¡es una inversión en tranquilidad!

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6. No ajustar la estrategia de precios

No basta con convertir euros a dólares o a yenes. Debes entender el poder adquisitivo local, los precios de la competencia y la percepción de valor de tu producto.

Un precio demasiado alto puede posicionarte como inaccesible. Y uno demasiado bajo puede hacer sospechar sobre la calidad de lo que ofreces.

Además, cada mercado tiene «umbrales psicológicos» de precio: en algunos países, por ejemplo, un producto de 49€ puede percibirse como una ganga, mientras que 51€ puede sonar a lujo.

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También debes considerar los impuestos locales, aranceles y costes logísticos que impactan directamente en el precio final.

Adaptar tu pricing no es solo cuestión de margen. Es una estrategia de posicionamiento que debe alinearse con cómo quieres ser percibido en ese nuevo mercado.

La clave está en construir una estrategia de precios adaptada, equilibrando la percepción de valor, competitividad y rentabilidad. ¡Todo un reto!

7. Pensar que el marketing digital es igual en todos lados

No todos los países usan las mismas redes, ni interactúan igual.

Por ejemplo, mientras que Instagram es clave en España, en Japón Line y Twitter siguen teniendo muchísimo peso.

Según Datareportal, el 64% de los usuarios prefiere descubrir marcas a través de redes sociales locales.

Además, los formatos de contenido también cambian: en algunos mercados funcionan mejor los vídeos cortos. En otros, los blogs extensos o los pódcasts.

Por eso, antes de lanzar tu marca a nuevos mercados, localiza no solo el idioma, sino también los canales, los formatos y los influencers más relevantes en cada región.

8. No preparar un servicio de atención multilingüe

No hay nada más frustrante para un cliente que no poder comunicarse bien.

Un chat, un email o un teléfono de atención en su idioma genera confianza inmediata y aumenta la tasa de conversión.

Además, contar con atención local permite resolver dudas específicas, agilizar las compras y fortalecer la fidelidad del cliente. No solo se trata de «entender», sino de atender como esperan ser atendidos.

9. Falta de recursos financieros y humanos para escalar

Expandirse requiere invertir en marketing, en logística, en estructura…

Y la realidad es que muchos proyectos se frenan porque subestiman el coste real del crecimiento internacional.

Por eso, es fundamental calcular bien la inversión inicial, prever gastos inesperados y planificar fases de crecimiento realistas.

Igual de importante es contar con el equipo adecuado, formado y preparado para gestionar las necesidades de cada mercado en expansión.

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10. No medir y ajustar sobre la marcha

El mercado internacional no es estático. Cambia. Evoluciona. Y tu marca debe estar preparada para ajustar su estrategia.

Por eso, definir KPIs claros, medir resultados y estar dispuesto a pivotar rápido es lo que diferencia a las marcas que se quedan de las que solo «lo intentaron».

Además, monitorizar el comportamiento local te permitirá detectar nuevas oportunidades, adaptar campañas en tiempo real y optimizar recursos.

La flexibilidad y el aprendizaje continuo son las armas secretas de las marcas que triunfan a nivel internacional.

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La realidad es que internacionalizar tu marca puede abrirte puertas que ni imaginas. Pero como todo gran proyecto, necesita estrategia, adaptación y un acompañamiento experto para asegurarte que el aterrizaje en nuevos países es un éxito.

¿Tu marca ya está lista para abrir las puertas de nuevos mercados?

Recuerda que si necesitas ayuda para diseñar tu plan de internacionalización o eTrade, nuestro equipo de estrategia internacional estará encantado de ayudarte a conquistar nuevos mercados.

 Fuentes: Harvard Business Review, McKinsey Global Institute, Statista, Datareportal e Idearium®.

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