Cada empresa en un mundo, sin embargo hay algunos patrones que se repiten en todas las empresas exitosas a nivel mundial.
¿Sabes que tienen en común Google, Ferrari, Apple, Marriot, Novartis, ING Direct y Cisco?
Que además de estar consideradas entre las mejores empresas del mundo para trabajar comparten 11 obsesiones que las hacen ser una marca de referencia para sus competidores y una Love Mark para sus clientes actuales y potenciales.
Por eso, hemos querido agrupar los 11 elementos que tienen en común las grandes empresas y que les permiten ser exitosas y ser empresas de referencia para la mayoría de emprendedores y PYMES.
11 obsesiones que tienen en común las empresas más exitosas del mundo
Obsesión por la diferenciación:
Pese a que vivimos en un mundo saturado de competencia, las grandes empresas consiguen mantenerse y sobresalir porque basan su estrategia en la diferenciación. Es decir, todas las grandes empresas buscan diferenciarse del resto de sus competidores, ser únicos, novedosos, inimitables, pioneros, etc. Y esto lo plasman en absolutamente todo lo que hacen: desde el diseño de sus productos, hasta su imagen y su comunicación.
Obsesión por el cliente:
Todas las empresas de éxito están obsesionadas con satisfacer a sus clientes. Por eso, dedican gran parte de sus esfuerzos y su inversión en segmentar a sus clientes, analizarlos, buscar sus insight, encontrar sus necesidades insatisfechas, encontrar la manera de satisfacer sus necesidades insatisfechas, realizar estudios de mercado, encuestas de satisfacción, etc. Además, refuerzan las áreas que se dedican a la atención del cliente, el servicio de post-venta, etc. para asegurarse que el cliente jamás se queda desatendido.
Obsesión por la planificación:
Las grandes empresas no creen en la suerte. Por eso no dejan que nada quede a merced del azar y planifican todos los pasos que van a dar, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo. No dan un paso al frente, sin haber realizado previamente su plan de negocios, su plan de marketing, su plan de comunicación, su plan de branding, su plan de Social Media Marketing, etc.
Obsesión por la calidad:
Todas las grandes empresas tienen unos estándares de calidad muy altos. Tanto así que para la mayoría de las grandes empresas la calidad de sus servicios forma parte de su estrategia de diferenciación. Por eso, los estándares de calidad se implementan en absolutamente todas las áreas de la empresa.
Obsesión por los procesos:
Todas las grandes empresas, además de planificar estratégicamente cada detalle, estudian al máximo todos los procesos implicados en su empresa para asegurarse que no hay cuellos de botella o errores que puedan dañar sus productos, su imagen y su reputación. Desde el proceso de ventas hasta el proceso de devoluciones, de demanda de pedidos o de fabricación de productos. Por eso establecen protocolos que detallan todos los procesos paso a paso para asegurarse que toda la empresa está alineada a cumplir los objetivos establecidos.
Obsesión por los empleados:
Otro elemento que tienen en común las grandes empresas es su obsesión por tener trabajadores satisfechos y motivados. Las grandes empresas saben que los empleados forman parte de su valor diferencial por lo que no solo contratan a los mejores sino que además tienen políticas de recursos humanos que potencian su productividad, su motivación y su satisfacción: Desde inmejorables lugares de trabajo, hasta ventajas sociales y bonificaciones. Para estas empresas toda inversión es poca cuando se habla de cuidar al personal de la empresa.
Obsesión por la imagen:
Todos sabemos que una imagen vale más que 1.000 palabras. Y las grandes empresas también lo saben. Por eso cuidan al máximo todos los detalles que pueden afectar directa o indirectamente a su imagen como marca. Desde el logotipo y el diseño de los productos hasta la página web, los envases o los e-mails automáticos de respuesta. Cualquier elemento que afecte directa o indirectamente a la imagen de la empresa está cuidado al detalle.
Obsesión por el aprendizaje:
Todas las grandes empresas están dispuestas a aprender. Por eso les encanta conocer la opinión de los consumidores ya que les ofrece la posibilidad de mejorar y aprender de sus errores. Además, siguiendo esa obsesión por el aprendizaje, todas las grandes empresas potencian en conocimiento de sus empleados, los capacitan, los especializan, etc.
Obsesión por la innovación:
Las grandes empresas suelen reinventarse. Eso es debido a la obsesión por la innovación, ya conocen a la perfección la velocidad y la voracidad del mercado, la duración de los ciclos de vida de sus productos y servicios y la necesidad de ser punteros e innovadores para cautivar al mercado y diferenciarse del resto de sus competidores.
Obsesión por el compromiso:
Las grandes empresas, son empresas comprometidas con sus clientes y con sus empleados, pero también están comprometidas con su entorno y con su comunidad. Por eso dedican parte de sus esfuerzos a la responsabilidad social empresarial, al eco-marketing y a los trabajos y colaboraciones con la comunidad y su entorno más cercano.
Obsesión por el control:
Las grandes empresas controlan o intentan controlar absolutamente todo lo que tenga que ver con su empresa: desde la productividad o el éxito en cifras de sus productos y campañas hasta la calidad de sus proveedores, los cambios en el mercado, la efectividad de sus partners o el impacto que causan en el entorno.
¿Y tu empresa? ¿Tiene alguna de estas sanísimas obsesiones?
Si necesitas ayuda con tu estrategia, marketing o comunicación, no dudes en escribirnos. Nuestro equipo estará encantado de ayudarte y asesorarte de forma personalizada.