Ese fue el reto de este proyecto: crear un anuncio cinematográfico basado en testimonios reales, donde la autenticidad y la emoción fueran los verdaderos protagonistas.
El objetivo era mostrar experiencias reales de clientas, reflejando su voz, su historia y su transformación, sin artificios ni guiones, para conectar con la audiencia desde la verdad y la empatía.
Diseñar un anuncio para cine que uniera emociones reales, narrativa visual y elegancia cinematográfica, convirtiendo cada testimonio en una pieza de inspiración colectiva.
Construimos el relato a partir de testimonios auténticos, captando las emociones espontáneas de las protagonistas y su forma de hablar desde la experiencia personal.
Utilizamos planos cuidados, luz natural y un enfoque íntimo que permite conectar con las expresiones y gestos reales de cada persona.
Intercalamos los testimonios con planos de detalle —manos, miradas, objetos cotidianos— que reflejan humanidad y autenticidad.
El anuncio culmina con un mensaje final que resume la esencia del proyecto: “Las historias reales son las que más inspiran.”
El anuncio para cine con testimonios reales se convirtió en una pieza emocional, sincera y visualmente impecable, capaz de conectar con el espectador desde la autenticidad y la empatía.
Un diseño que demuestra que no hay mejor publicidad que la verdad contada con emoción y belleza.
Porque las palabras reales no se escriben,
se sienten. Y en la gran pantalla, brillan aún más.
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