Ese fue el reto que nos planteó Konnik, una marca especializada en pavimentos y soluciones técnicas para superficies, que buscaba una felicitación navideña con esencia espiritual, capaz de reflejar los valores de la empresa —compromiso, honestidad y dedicación— a través de un mensaje cálido y respetuoso.
El objetivo era integrar símbolos religiosos de forma sutil y estética, logrando un equilibrio entre la fe, la celebración y la profesionalidad de la marca.
Diseñar una felicitación que uniera espiritualidad y diseño corporativo, transmitiendo esperanza, gratitud y armonía sin renunciar a la sobriedad visual y el tono institucional de Konnik.
Representamos la idea del “camino iluminado” como metáfora de la fe y del trabajo bien hecho. Líneas doradas evocan tanto los caminos pavimentados como los rayos de luz que guían y conectan.
Incorporamos elementos simbólicos —una estrella de Belén estilizada, un destello dorado en forma de cruz o un haz de luz descendente— tratados desde un enfoque gráfico minimalista.
Combinamos tonos grises y beige (asociados al pavimento y la tierra) con dorados suaves y blancos luminosos que evocan esperanza, pureza y celebración.
Redactamos un texto que une gratitud y fe, deseando “una Navidad llena de luz, esperanza y caminos firmes hacia un futuro mejor”, vinculando los valores cristianos con la fortaleza de los cimientos que representa la empresa.
La felicitación navideña de Konnik se convirtió en una pieza elegante, serena y significativa, donde los símbolos de fe conviven con el lenguaje visual del sector de manera natural y respetuosa.
Un diseño que inspira confianza, esperanza y gratitud, reflejando tanto los valores humanos como el compromiso profesional de la marca.
Porque la Navidad también se construye sobre buenos cimientos,
y cuando el diseño ilumina con fe, el mensaje llega al corazón.
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