En el artículo anterior hablamos, entre otros aspectos imprescindibles de cualquier logotipo, de lo importante que es cuando estamos creando un logotipo proyectarlo, es decir, crear un logotipo lo más atemporal posible, sin dejarnos llevar por las modas, los estilos de temporada, etc. y buscando siempre ser fiel a la esencia de la empresa y de lo que representa.
Ejemplos de logos que no pasan de moda
En realidad, proyectar un logotipo en el tiempo no es tarea fácil. Y como ejemplo de ello encontramos a muchísimas marcas que han cambiado radicalmente su logotipo con los años.
Mazda es un buen ejemplo de ello, ya que ha variado hasta 6 veces su logotipo desde su creación en 1934. Además, durante los años 90, realizaron 3 cambios a su logotipo hasta llegar al actual, que nada tiene que ver simbólicamente con ninguna de las aplicaciones anteriores.
Pero también encontramos marcas, algunas centenarias, que han sabido mantener su esencia en su imagen corporativa, y por ello, apenas han necesitado hacer algunas modificaciones en sus logotipos con el paso de los años.
Volkswagen es un buen ejemplo de marca bien proyectada ya que, pese a que la marca cuenta con 80 años de vida, la W siempre ha sido su insignia y con el paso de los años tan solo ha sido necesario realizar pequeñas modificaciones para actualizarla.
Apple, por ejemplo, pese a que cuando se creó tenía un logotipo que nada tiene que ver con el actual: representaba la manzana que cayó sobre Newton. Por suerte para Apple, el mismo año de su creación fue modificado y simplificado, de la representación de la caída de la manzana sobre Newton a la manzana mordida, símbolo que pasó a ser increíblemente fuerte, representativo y duradero. Y apenas a sufrido modificaciones desde 1976.
Si bien es cierto que cuánto más antigua es la marca, más probabilidades tiene de que su logotipo se haya quedado desfasado, no siempre es así ya que dependen principalmente de la fortaleza del concepto y del nombre.
Paradójicamente, Firefox, la marca del explorador de internet creada en 2002, es la que más ha cambiado en su corta vida, ya que ha pasado de ser simbolizada por el ave Phoenix, a ser simbolizada por un panda-zorro rojo.
El cambio de logotipo viene de la mano del cambio de nombre del navegador, que empezó llamándose Mozilla Phoenix. Pero, a petición de la empresa Phoenix Technologies, que posee un navegador para sistemas digitales, el nombre se cambió a FireBird.
Sin embargo, este nombre ya estaba en uso por un proyecto de software libre, por lo que en febrero del 2004 se eligió el nombre FireFox (Un raro animal mezcla de panda y de zorro rojo).
Obviamente, estos cambios de nombre, también se vieron reflejados en su logotipo.
Y para que haya un logotipo fuerte y duradero, debe haber también un concepto, un nombre y un proyecto fuerte y duradero.
Por el contrario, la petrolera Shell, lleva más de 100 años siendo representada por una concha. La empresa que se inició como recolectora de conchas marinas, descubrió el potencial que había en el exportación de aceites y con el paso del tiempo se convirtió en la gigante que es hoy en día.
Independientemente de su anecdótica historia, la realidad es que su logotipo sería reconocible tanto por nuestros abuelos como por nuestros hijos. Y esto es gracias a que la marca Shell consiguió un simbolismo tan fuerte que ha sido capaz de acompañar a la marca durante toda su larga historia.
Un logotipo debe representar la esencia de una empresa. De ser así, conseguiremos estar un paso más cerca de proyectarla y hacerla duradera en el tiempo.
Pero el paradigma de todos los logotipos es Google, que pese a que oficialmente su logotipo no ha cambiado, nos sorprende en ocasiones especiales con ingeniosos re-diseños llamados «doodles». Esto, era algo impensado hasta entonces, ya que siempre se ha considerado que un buen logotipo debe ser invariable.
Pese a que en nuestro libro de imagen corporativa podemos marcas las variaciones permitidas en la imagen de nuestro logo, siempre deben seguir un patrón, una estética y sobretodo, representar la esencia de la marca si dejarnos llevar por el color de moda, la tipografía del momento o los efectos típicos de una época.
Solo así estaremos conseguiremos tener un logotipo tan fuerte que consiga sobrevivir con el paso del tiempo.
En este caso, parte de la esencia de su empresa y de su logotipo es la innovación y la adaptabilidad a su target. Es por eso que Google puede permitirse el lujo de modificar puntualmente su logotipo y a la vez reforzar el carácter de su marca.
Lo cierto es que cuánto más claro tengamos quién somos, qué hacemos, porqué lo hacemos, cómo lo hacemos, para quién lo hacemos, dónde lo hacemos, etc. más fácil será crear un logotipo todo terreno que nos acompañará durante toda la vida de nuestra marca.
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