Hoy en día es muy habitual hablar de posicionamiento en el mundo del marketing, la publicidad y el mundo web. Sin embargo, el término posicionamiento suele llevar a confusión porque hay 3 tipos de posicionamiento que significan e implicas cosas diferentes.
El posicionamiento de la empresa, el posicionamiento en la mente del consumidor y el posicionamiento de la web son 3 aspectos muy diferentes que no tienen porque estar relacionados.
3 tipos de posicionamiento
En términos de marketing, el posicionamiento es un mapa mental que nos sitúa dónde está la empresa en referencia a unos parámetros variables comparadas con la competencia.
No es lo mismo el posicionamiento de la empresa que el posicionamiento en la mente del consumidor.
El posicionamiento de la empresa
El posicionamiento de la empresa hace referencia a cómo nos vemos como empresa.
Va estrechamente ligado al plan de negocios de la empresa, a los objetivos, a la misión, visión y valores que tenga y a el valor añadido que tenga, es decir, aquello que la hace diferente de los competidores.
Hay que tener en cuenta que el posicionamiento de la empresa es totalmente subjetivo y que es una mirada introspectiva hacia nuestro negocio, hacia lo somos y lo que queremos ser.
Si tenemos un buen plan de negocios y una buena planificación de la empresa, será más fácil desarrollar el posicionamiento de nuestra empresa: cómo es ahora y cómo queremos que sea en el futuro. Además, también será más fácil crear un plan de marketing y un plan de comunicación que nos ayude a transmitir nuestro posicionamiento como empresa y por lo tanto será más fácil que el cliente piense de nosotros lo que nosotros queremos.
Si el posicionamiento de la empresa es el adecuado y está bien trabajado será más fácil que el posicionamiento en la mente del consumidor sea el que nosotros queremos.
El posicionamiento en la mente del consumidor
El posicionamiento en la mente del consumidor se da desde la óptica de los clientes actuales y potenciales y de cómo nos ve o qué piensa de nosotros el consumidor.
Va estrechamente ligado al branding, al plan de marketing y al plan de comunicación y marcará la diferencia entre que nos compren o no nos compren.
Aunque no depende únicamente de nuestra buena voluntad, sino que depende también de cómo nos mostramos y cómo se interpreta cada cosa que hacemos como empresa: desde el logotipo de nuestra marca hasta el olor de nuestros locales afectará al posicionamiento en la mente de los consumidores. Esto finalmente creará una imagen mental de nuestra empresa: lo que el consumidor cree que somos. Y esto le ayudará a encasillarnos de una manera o de otra y a compararnos con la competencia para bien o para mal.
Todas las empresas tienen un posicionamiento en la mente del consumidor, aunque no todas saben cuál es. Es decir, muchas empresas, sobretodo PYMES, no saben realmente qué opina el público potencial cuándo piensa en la empresa y qué comparación automática hace respecto a la competencia.
Conocer el posicionamiento que tiene nuestra empresa en la mente del consumidor es crucial, porque no siempre el posicionamiento que nosotros tenemos como empresa, o que queremos tener como empresa se ajusta a lo que piensa el consumidor de nosotros. Y esta brecha en el posicionamiento, de la que ya hablamos en el artículo «Por qué el cliente no me ve como yo quiero que me vea» puede traernos verdaderos dolores de cabeza ya que es muy difícil y muy costoso cambiar lo que piensan las personas de una marca o de una empresa.
Cuando alguien dice, por ejemplo: «esta marca es más cara, pero es más buena» está mostrando claramente cuál es el posicionamiento que tiene de esa marca en su mente.
En este caso, el cliente nos ve más caros pero de mejor calidad que la competencia. Si nuestro posicionamiento como empresa pasa por posicionarnos como la marca de más calidad hemos hecho un buen trabajo. Sin embargo, si nuestro posicionamiento como empresa es el de ser una marca asequible, tenemos un problema.
Pero lo cierto es que solo sabiendo qué piensan de nosotros y cómo nos encasillan podremos ajustar nuestras campañas de publicidad y acciones de marketing para mejorar nuestra reputación, captar a nuevos clientes, fidelizar a un segmento de mercado específico, mejorar el branding, adecuar la imagen corporativa, etc.
El posicionamiento web
El posicionamiento web depende de la estrategia de marketing on line pero no tiene nada que ver con el posicionamiento de la empresa ni con el posicionamiento en la mente del consumidor.
Cuando hablamos de marketing on line, entra un tercer posicionamiento en juego: el posicionamiento en buscadores. Es decir, qué posición tiene nuestra página web en el ranking que ofrecen los diferentes motores de búsqueda.
Este no depende del posicionamiento de la empresa ni del posicionamiento en la mente del consumidor, sino de cuán optimizada tengamos nuestra web para salir en los motores de búsqueda. Y ahí es donde entra el ultramencionado SEO on page y off page, que es la técnica especializada en optimizar las webs en todos los sentidos para posicionar mejor y más alto en los buscadores. Y también influirá la estrategia de palabras clave que hagamos, así como la estrategia de marketing de contenidos que desarrollemos.
Como habéis visto, hay 3 tipos de posicionamientos muy diferentes:
- El nuestro como empresa: lo que somos
- El que nuestra empresa tiene en la mente del consumidor: lo que el cliente cree que somos
- La posición que tiene nuestra web en los motores de búsqueda: cuán fácil nos encuentra cuando nos busca en Google.
Pese a que son muy diferentes, lo ideal es que el posicionamiento de nuestra empresa esté alineado con el posicionamiento que tenemos en la mente de nuestros consumidores. Y que nuestra empresa posicione bien en los buscadores para que nos encuentren con mayor facilidad y tengamos garantizado el éxito.
¿Y tu? ¿Controlas los 3 posicionamientos de tu empresa?
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