Ese fue el reto con Bistró, un espacio culinario que buscaba un vídeo promocional capaz de transmitir su esencia gastronómica, combinando sabor, ambiente y emoción en una pieza visual que hiciera sentir la experiencia de comer allí antes incluso de entrar.
El objetivo era crear una pieza sensorial y evocadora, donde cada plano invitara a saborear, oler y disfrutar la propuesta gastronómica del restaurante.
Diseñar y producir un vídeo promocional elegante y sensorial, que transmitiera la filosofía de Bistró: una cocina hecha con alma, que mezcla tradición, creatividad y pasión por los detalles.
Utilizamos una paleta cálida, luz suave y planos detalle para capturar texturas, movimientos y aromas, creando una atmósfera íntima y apetecible.
Estructuramos el vídeo como una experiencia: de la preparación del plato al primer bocado, mostrando el proceso, la dedicación y el placer final.
Grabamos sonido ambiente real (chisporroteos, cuchillos, copas) y lo mezclamos con una banda sonora elegante que refuerza la emoción del momento.
Finalizamos con el logotipo y una llamada sutil a vivir la experiencia Bistró, manteniendo coherencia con su identidad visual.
El vídeo promocional de Bistró se convirtió en una pieza sensorial y sofisticada, que refleja su identidad gastronómica con imágenes que casi se pueden saborear.
Un proyecto que demuestra que una marca culinaria no solo se prueba: se siente, se escucha y se vive.
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